martes, 8 de mayo de 2012

¡¡¡Se les cae un violonchelo Stradivarius (del siglo XVIII) al suelo...!!!!!!!

Acabo de leerlo en El Mundo y no me lo puedo creer.

 Stradivarius, (nombre usado ahora por una tienda de ropa que nada tiene que ver con la música quitando su logotipo), ha sido y sigue siendo uno de los apellidos de los mejores constructores de instrumentos musicales de los siglos XVII y XVIII. Fabricaban laúdes, guitarras, violines, violas, violonchelos, etc.

Resulta que en el Palacio Real de Madrid hay un cuarteto de estos instrumentos (dos violines, viola y violonchelo) que son los que mejor se conservan. Y resulta que...

 "Patrimonio Nacional considera que el Stradivarius que se partió el pasado día 13 de abril durante una sesión de fotos se puede arreglar «fácilmente», según el primer informe realizado por la dirección de Conservación de Bienes Histórico-Artísticos. El accidente se produjo cuando un lutier logró, después de muchas peticiones a Patrimonio Nacional, y por mediación de la Casa Real, realizar un estudio sobre el famoso cuarteto.

 Cuando se estaba fotografiando el violonchelo del cuarteto, la pieza más valiosa de la colección, se cayó al suelo desde una mesa de fotografía y se partió el mástil. elmundo.es intentó contrastar con la dirección de Comunicación de Patrimonio Nacional el pasado viernes, pero se negaron a facilitar cualquier tipo de información sobre esta materia. El precio del instrumento es incalculable desde el punto de vista histórico. Económicamente es muy difícil valorar, pero un importante miembro del Gremio de Luthiers y Arqueros de España, una organización representativa del sector, calculó que en una subasta podría alcanzar una cantidad de entre 20 y 22 millones de euros.Basa este cálculo en que en una de las últimas reuniones para vender un violín, de menor singularidad, se alcanzaron los 12 millones de euros. El cuarteto (dos violines, una viola y el violonchelo) que vivía tranquilamente hasta hace pocas semanas en el Palacio Real está considerado por los expertos como el mejor del planeta y el mejor conservado.
El relato que hace uno de los responsables de Patrimonio del suceso del día 13 de abril es el siguiente: «Ya avanzada la mañana del último día, viernes, se procedió a fotografiar y medir el violonchelo del Cuarteto. Al colocarlo de canto, en una posición horizontal que se observa en la fotografía, ya calzada con las espumas y aparentemente estabilizada, la conservadora, con los brazos y manos abiertos para sujetarla si se vencía, dirigió la mirada hacia las luces que estaban manipulando el estudiante y el fotógrafo. En ese momento el violonchelo se venció hacia delante, el mástil golpeó con el borde de la mesa del taller de fotografía, sufrió fractura en la unión del mango con la caja; y aunque lo sujetó, el rebote del impacto le hizo saltar y escaparse de entre sus manos y acabó cayendo, ya lentamente al suelo, sin que se viese afectada la caja ni el mango». Patrimonio Nacional, un organismo que se caracteriza por la nula transparencia, ordenó a todas las personas que presenciaron el hecho silencio absoluto. Pero un desastre de esa categoría salió del Palacio Real a los pocos minutos y llegó al mundo de los lutiers que están indignados. En el informe realizado se habla del estudiante lutier, que no tuvo ninguna culpa en el suceso, de «tener una actitud petulante con actitudes críticas a los procedimientos seguidos, comparativas con los procedimientos usados en otros lugares, pretendiendo manipular los instrumentos y manifestando incluso deseos de desmontar los Stradivari».

 La fractura se produjo en la única parte no original del instrumento que fue colocada un siglo después de la construcción del violonchelo dentro de la moda de aquellos años para lograr otra tonalidad en su música. Los expertos consultados por este periódico indicaron que sí que es cierto que esa pieza, el mástil, se colocó un siglo después. Sin embargo, destacan que parece que con ese análisis Patrimonio quiere restar importancia al suceso. De hecho señalan en el primer informe que «el nuevo mango de soporte carece de la calidad y densidad apropiadas para el resto del instrumento, de una mayor calidad en su materia prima». Por eso considera la dirección de Conservación que es «lógico que ante un golpe seco, aunque fuese con un recorrido de escasos centímetros, le afectase». Culpa también al clima seco de Madrid de que la madera de peor calidad que la original se partiera. Patrimonio insiste en que la zona «afectada es una parte no original, que carece de la calidad y coherencia de ésta, y que debe tener casi dos siglos, lo que es bastante tiempo para una madera de apoyo y soporte que se cambiaba con relativa facilidad». Y llega a asegurar que «se puede cambiar fácilmente sin que afecte a la sonoridad del instrumento»"

Noticia aparecida el 5 de Mayo de 2012 en El Mundo

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